El pasado 11 de septiembre dedicamos nuestra columna en Desde el Vinilo a hablar de ciertas cosas relacionadas con ese discurso para llegar a dar cuenta de como es que la posición del capitalista cree que se crea a sí mismo, dando un lugar en el que cualquier persona puede situarse para conducirse en el mundo, pues en tanto discurso, se está caracterizado por las construcciones simbólicas y para ello planteamos algunas coordenadas:
En la pintura, la invención del punto de fuga introdujo un lugar vacío, un lugar en el cuadro desde donde se organiza la perspectiva, inexistente en la realidad pero existente en la imagen, no representa un punto de la realidad, sin embargo organiza al cuadro.
Esta invención tuvo efectos: un punto en un cuadro ya no representa un punto de la realidad.
La historia de la entrada en el mundo de los billetes al portador, nos sirvíó en el programa para dar cuenta de como los signos ya no representan desde cierto momento de la historia un punto de la realidad, es decir, las palabras no están pegadas a las cosas. En el curso del capitalismo el dinero perdió su base material: el oro; es decir, el dinero representaba oro como objeto de cambio con un valor, posteriormente, el billete al portador dejó detrás al oro, el billete tomó valor en si mismo y el oro cambio de ser el objeto valorado como objeto de cambio a ser un objeto más en la serie de las cosas. El curso capitalista desmaterializó el dinero.
En las palabras y jugando con ellas, vemos que el discurso del capiltal tiene muestras: el talento era un tipo de unidad monetaria en el mundo antiguo, ahora el talento en tanto palabra es utilizada para nominar cierta capacidad con un plus de valor en relación a otras capacidades... a alguien cuando se le atribuye que está-lento desde este discurso hay un minus en el valor.
o en el siguiente link:
luis.m.lascano@gmail.com
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