El día de ayer tuve el gusto de presenciar el espectáculo llevado a cabo en el Centro Cultural Recoleta de "
Fuerza Bruta".
Debo confesar que en un primer momento sentía una mezcla de emociones, entre felicidad por estar ahí, nervios y hasta un poco de angustia por lo que estaba a punto de acontecer. El show hace
que el espectador esté a la espera. Todos sabíamos que algo grande
estaba a punto de empezar, pero al menos yo no tenía una pista clara
de qué.
¿Qué esperamos cada vez que se levanta el telón,
sino ese breve momento de angustia?
-PRIMERA LLAMADA
En su seminario "La angustia", Lacan nos indicará que es ese breve momento de angustia, previo a la apertura del telón en el teatro, el que después determinará el valor de la obra a la que estamos asistiendo.
¿Qué ocurre una vez que se levanta el telón? El primer acto ha comenzado. ¿Qué es lo que nos atrapa de ése momento previo? ¿Por qué sentimos angustia ante el comienzo del primer acto? ¿Qué relación guardan la angustia y el acto?
Entre los años 1962 y 1963, Lacan dedicará todo su seminario a hablarnos acerca de la angustia, e indicará que su verdadera sustancia es lo que “no engaña”. En éste sentido, la teoría de Lacan pasará de la idea de angustia como señal ante un peligro, a la dimensión estructural que ésta manifiesta, es decir su relación con el deseo.
Lacan nos dirá: “la angustia, de todas las señales, es la que no engaña. De lo real, pues, del modo irreductible bajo el cual dicho real se presenta en la experiencia, de eso es la angustia señal”.
La angustia revela algo que el significante no puede, no se refiere al significante engañoso, que solamente se define en relación a otro significante y que se desplaza en la cadena, sino a la captura de un real por el afecto. “La angustia está amarrada a ese real de forma doble: es producida por él, y él es su referente inamovible, por así decir. De ahí la fórmula central del seminario: la angustia no es sin objeto”.