martes, 15 de abril de 2014

GUERRA EN EL ANÁLISIS

mutaciones, temporalidades e historia





“Pero apenas percibidas y reconocidas, esas zonas catastróficas se actualizan de inmediato en el trabajo transferencial. Es la guerra en el análisis, sin metáfora”
Davoine y Gaudilliere (2011)

Sin metáfora, se presenta, se muestra, llamando a una inscripción posible dentro de ese encuentro en la experiencia analítica. Una guerra, no jugada como personajes de ese gran teatro llamado inconsciente, en el que vendríamos a ser diferentes actores según el libreto que su novela edípica pusiera en juego, metafóricamente. Esta es una guerra jugada en el encuentro, que permitirá ir poniendo texto a aquello que quedó absolutamente por fuera de la historia, entendida esta como lo contado y transmisible, pues el sujeto quedó enfrentado a la imposibilidad de que lo catastrófico fuese novelado, dada la caída del libreto referencial.

Nombrar este tipo de clínica, como del trauma o de lo traumático, se hace particularmente complejo, principalmente por la posible cristalización en el lugar de víctima y una significación a priori que se da al hecho en si, que lo define como tal, conceptualizando el trauma en la línea del sentido, como lo calificativo de ese hecho, desde una lógica causa-efecto. Pareciera que la discusión, frente a hechos catastróficos para la humanidad, se moviliza si no se centra el trauma como hecho/causa, de ese sujeto paralizado en el lugar de víctima, y en una especie de para todos, efectos devastadores masivos desde una significación a priori que corre el riesgo de dejar por fuera la singularidad de esa experiencia. Justamente ahí es donde, la concepción de trauma, el cómo se le aborde, diferenciará a mi parecer, la clínica de este tipo de acontecimientos.

Particularmente, las interrogantes respecto a esta temática fueron articulándose desde el trabajo en un centro de atención a víctimas de delitos violentos, en el marco institucional de la secretaría de seguridad pública de Chile. La pregunta respecto al quehacer analítico frente a este tipo de clínica, siendo el punto desde el que mayormente se cuestionaba desde el equipo, el tratarse de hechos en donde la realidad está tan presente y de forma tan avasalladora… qué tenía para decir y hacer ahí el psicoanálisis.

Especie de incompatibilidad en la que quedaba lo psicoanalítico y la realidad, éste respecto a las tragedias históricas en la vida de un sujeto. Cuestionamiento del quehacer analítico y el posicionamientos ético respecto a la apuesta que hacemos o no de un sujeto ahí, en términos de producción. Desde las implicancias de un sujeto efecto que emerge en el encuentro analítico, en ese espacio en donde actualizará las marcas posibilitando alguna inscripción de eso que quedó fuera, o movimientos en lo que ha construido como saber al lugar de una verdad.

Un primer acercamiento a la incompatibilidad mencionada anteriormente, pareciera articularse desde la posición y divulgación de un psicoanálisis que refiere todo a la novela edípica, a los clichés, y desde ahí, a lo simbolizable desde ese texto. Es interesante ahí mencionar, como al mismo Freud se le presentó como parte de los principales obstáculos a su clínica, las neurosis de guerra, desde las que conceptualizó la compulsión a la repetición, como ese más allá del principio del placer, del inconsciente reprimido, de lo novelado articulable.  Así es como vemos, ya desde los fundamentos freudianos, algo que escapa a lo encadenado vía recuerdos encubridores, a que hay algo que se presentifica en la experiencia, y que lleva al maniobrar, manejo, como caminos de ese quehacer, “seguirá siendo imprescindible el psic­­oanálisis practicado con arreglo al arte, no amortiguado, que no teme manejar y dominar en bien del enfermo las más peligrosas mociones anímicas” (Freud, 1915, pág. 174) A juicio de Freud, este era el mejor de la serie de trabajos que realizó sobre técnica, como nos señala Strachey en su nota introductoria. Lo imprescindible de un psicoanálisis practicado con arreglo al arte…convocándonos a una praxis creadora, creativa en tanto encuentro con la singularidad de cada analizante, dejándonos como técnica el manejar, maniobrar…hay algo de esa experiencia analítica ya desde Freud que escapa a toda precisión técnica, o más bien la precisión es justamente esa, crear ahí, en acto.

Desde este punto, el maniobrar, ubico la conceptualización de trauma articulada a ese más allá freudiano, en donde toma primacía para la situación traumática la vivencia de desvalimiento frente a una acumulación, de origen interna o externa, que no puede tramitar, la imposibilidad de tramitación, de inscripción. Desde este aspecto, como refiere María Cristina Olivares (2013), en “Hacer lugar a la memoria”, las pequeñas percepciones de la memoria traumática de la situación de parto que vivió B., durante su secuestro y tortura en la dictadura argentina, su desnudez, la falta de abrigo para su bebé, aumentaba su indefensión, ese desamparo radical, el hilflosigkeit  freudiano, falta de Otro protector, Freud habla de la pérdida del amor, lo que más radicalmente podemos ver como caída de todo referente, que pueda decir algo sobre eso que arrasa.

No estamos frente a una clínica tradicional, en la ilusión de que algo de ese orden existiera, puesto que esta suspensión, este fuera de historia, es lo principal puesto en juego en la clínica de lo traumático. Davoine, refiere al trabajo del analista en este tipo de clínica como asistentes de investigación, cronista responsable de una gesta silenciada, de esos pedazos de historia cercenados de la transmisión, justamente apuntando a un inconsciente más allá de lo reprimido, de lo articulable, “esos rasgos delinean situaciones en que los conceptos teóricos sobre el sujeto, el deseo y su represión deben ceder ante las características de otro campo: aquel donde Lacan ubica el retorno de lo Real” (Pág. 76)

El quehacer analítico, frente a hechos catastróficos, es en ese campo del retorno de lo real. Desde ahí es que señalo lo de la clínica tradicional, del sujeto de la palabra como ilusoria, en tanto real, simbólico e imaginario, no son sino anudados, presentificandose por ende el más allá de lo articulable en todo analizante, y desde ahí la contingencia de los encuentros de cada sesión, que ninguna sea igual a otra y la singularidad de cada anudamiento, con sus posibles lapsus y movimientos. Eso real que habilita una concepción de trauma como encuentro fallido, causa azarosa y contingente, accidental, vaciando así su conceptualización de sentido o significación del hecho en sí como definitorio de lo traumático. Tal como lo señala Lacan en la sesión V del seminario sobre los fundamentos del psicoanálisis (1964), lo real hay que buscarlo más allá de lo representable, y la función de la tyche, de lo real como encuentro, esencialmente fallido, ligado a lo que se presentó en la historia del psicoanálisis como trauma, en tanto inasimilable.

Hechos históricos que conmocionan y desbordan, desvalimiento, que marca, y qué hace el sujeto, en tanto situación traumática que lo desborda, con eso es lo que habilita en pensarlo desde ahí, desde lo real como imposible, indecible, pero presentificado como llamado a…mostrado a otro que habilite cierto decir de esto. Crear ahí, para esto me interesa revisar una parte del testimonio de Suzanne Hommel, quien se analizó con Lacan, y es parte de un documental realizado por el analista Gerard Miller:

“Un día en una sesión, le hablo a Lacan de un sueño que hago, todas las mañanas a las 5 hrs. Y le añado, es a las 5 hrs. que la Gestapo venía a tomar a los judíos a las casas… En ese momento, Lacan se lanzó como una flecha de su sillón hacia mi, y me hace una caricia extremadamente dulce sobre mi mejilla…Comprendí gest á peau un gesto cariñoso…un gesto cariñoso, un extraordinario gesto cariñoso. Esa sorpresa que recibí no había disminuido mi dolor, pero dejaba hacer otra cosa. La prueba es que 40 años después, cuando recuerdo ese gesto, lo puedo sentir en mi mejilla. Ese gesto es un llamado a la humanidad, algo como eso”

Tomando este fragmento, desde el artículo compartido por el analista Alberto Sladogna (2014), con ese gesto, ese crear ahí, hace con eso, con esa marca histórica desde la singularidad de Suzanne. Es interesante lo señalado por Sladogna, quien postula este acto como una mutación, en tanto es tomar apoyo en lo traumático y con eso, solo con eso hacer. "Lacan no dice, hace un gesto, ese gesto no borro el dolor, solo que Suzanne quedó con una mutación ante el dolor que ella sigue y seguirá viviendo. Las mutaciones no borran sino mutan, pasan a otra cosa con un material no discursivo".

Un hacer ahí, con lo remarcadamente crudo que pone esa mostración, desde la captura de un trauma siempre actual, en tanto detención del tiempo, esa guerra puesta ahí… Actualización habilitada en la experiencia subjetiva del análisis, que tiene que ver con la posibilidad de poner en juego ese sujeto efecto, apostando éticamente a esto, por más borramiento, arrasamiento, y anulación haya marcado su historia, haya cercenado su historia. Una invitación a esa experiencia subjetiva vía análisis, el poder abrirse a las preguntas que movilicen la cristalización del lugar de víctima del horror, como marca, siguiendo el caso B., primero como entrar dentro de eso campo del trauma, como entrar con ella, apostando a cernir, a hacer algo con ese dolor petrificado; como ese gesto, la caricia, que muta el dolor, no lo borra, pero moviliza su petrificación. Habilitar un entre; “recordemos que un psicoanálisis es posibilitador de un entre, de la construcción de cierta distancia psíquica necesaria a este trauma histórico que le posibilite hacer de esto algo memorable, ya transmisible” (2013, Pág. 5)

Así, el quehacer analítico en el campo del trauma, pareciera justamente tener que ver con que de la realidad del hecho abordamos desde lo real de ese encuentro, ese más allá de la palabra y el espejo; desde un estar ahí, en esa zona, ese campo, apostando a una experiencia subjetiva, que singularice y ubique ese entre, permitiendo así hacer algo con eso. Siguiendo a Davoine y Gaudilliere, refiriendo que los casos de traumatismo son un desafío a la clínica, en tanto el sujeto de la palabra no se ha constituido “es evidente que volver a ubicarse en la historia no se reduce a una cuestión de adaptación o conformismo social: es la condición de la emergencia del sujeto del deseo (…) La apuesta es, pues, la génesis del sujeto” (2011, Pág. 103).

Esto último me parece es la diferencia crucial respecto al trabajo desde lineamientos que se sostienen en el marco de políticas públicas vinculadas por ejemplo al trabajo con delitos violentos, contextualizado a la implementación de este programa en Chile, desde un modelo de técnicas psicológicas. Si bien es un amparo legal, el planeamiento de este dispositivo, público y gratuito para toda persona que ha experienciado una vivencia delictual violenta, el no caer en un para todos es justamente diferenciar desde el encuentro como apuesta a la emergencia de esa máxima singularidad, que es la emergencia del sujeto del deseo. Así, abrimos un poco un margen más amplio, ese entre, espacio entre delito como por ejemplo violación, efectos y lineamientos de tratamiento, saliéndonos de las técnicas frente a lo que ese trauma diría si lo trabajo desde una significación a priori.

Convocar, hacer partícipe, no sin ser parte de esa investigación, adentrándonos a ese campo, pero con la mira a convocar a la emergencia del sujeto del deseo. Punto a mi parecer, muy diferente a la concepción de “víctima de”, que no quiere decir desconocer el horror, pero hacer algo con eso y no seguir petrificándolo.

Referencias
Davoine F., Gaudilliere J. (2011). Historia y Trauma, la locura de las guerras. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Freud, S. (1915 (2008)). Puntualizaciones sobre el amor de transferencia. En Obras completas tomo XII. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (1926 (2008)). Inhibición, síntoma y angustia. En Obras completas tomo XX. Buenos Aires: Amorrortu.

Lacan, J. (1964(2007)). Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

Olivares, M. (2013). Hacer lugar a la memoria. Material cátedra incidencia del discurso analítico en dispositivos públicos.

Sladogna A. (2014). Acto analítico ¿arte de la mutación?. Extraído de http://www.escucharte.info/2014/04/acto-analitico-arte-de-la-mutacion.html


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