“Ahora bien, los poetas
son unos aliados valiosísimos y su testimonio
ha de estimarse en mucho, pues suelen saber de una multitud de cosas
entre cielo y tierra con cuya existencia ni sueña nuestra sabiduría académica"
“El delirio y los sueños en la <<Gradiva>> de W. Jensen”
S. Freud
ha de estimarse en mucho, pues suelen saber de una multitud de cosas
entre cielo y tierra con cuya existencia ni sueña nuestra sabiduría académica"
“El delirio y los sueños en la <<Gradiva>> de W. Jensen”
S. Freud
Uno de los pilares de donde se
sostiene el psicoanálisis es la literatura. “El delirio y los sueños en la
<<Gradiva>> de W. Jensen” es un librito de Freud en donde da cuenta
de cómo los llamados neuróticos, también deliran –vale decir, tocan sus propias
armonías con una lira- y como los libros producen sueños. Freud se deja tomar
por la novela “Gradiva” y la escucha, se deja enseñar para luego mostrar.
En la historia del psicoanálisis,
se han realizado diversas formas de articular literatura y psicoanálisis, se
han producido diversas posiciones y hasta aplicaciones de conceptos para
interpretar a los autores. Pero Freud es claro, los escritores son aliados y
dan testimonio de las cosas de lo humano, inclusive inventan realidades (Para
dar un ejemplo de ello basta con voltear a ver a los escritores de telenovelas mexicanas
que inventan historias, crearon una imagen presidencial que basados en las
telenovelas tuvieron efectos en la realidad: un actual presidente de México).
El testimonio de los escritores
está en sus letras, no en las vidas de los escritores aunque de vez en vez nos
valgamos de ellas para dar sentido a alguna huella, para ello es necesario una
disyunción: el escritor no es la persona del escritor. El saber del cual nos
valemos es el saber literario jugado en las letras del escritor. ¿Cómo es esto?
Jacques Lacan nos da una pista: “Más
superfluo resulta mi comentario sobre lo que hace Marguerite Duras al dar
existencia de discurso a su criatura”[1]
escribe Lacan en un homenaje a Marguerite Duras a su manera. Su comentario es
más superfluo, si de por sí ya lo era al dedicarle algunas delicadas palabras,
ahora lo es más. Pero si tomamos cuidado, leemos que al mismo tiempo que Lacan
se hace ver tomado, cautivado, por Marguerite, también hace un acto, hace al
decir: hace existir algo.
Hace existir un discurso, el discurso de Lol V. Stein, personaje
principal de la novela “El arrebato de Lol V. Stein”. Lacan es arrebatado por
Margarite Duras y hace de una de sus “criaturas” la lectura de un discurso, es
decir, toma lo narrado en la novela que le sucede a Lol y lo lee de forma…
podemos decir de forma analítica, dando consistencia a Lol y haciendo de su
descripción un discurso.
Entonces este dar existencia de
discurso a un personaje de novela desde el psicoanálisis es leerlo como su
manera de replicar y de contestar frente a lo que le ocurre y frente a lo que
hace, que además –nos expresa Arendt- es una forma específica de lo humano.
Lacan crea de la narración de Lol
un discurso, del cual a quien le interese lo puede encontrar. Ésta vez apunto a
un trazo: dar consistencia de discurso a un personaje de novela, es escuchar lo
que los personajes literarios tienen para decirnos, es nuestro querer
escucharlos.
A través de esta ventana de Hacer
del Decir iremos viendo estos y otros horizontes… escuchando lo que al abrir
una ventana se deja escuchar…
Luis M. Lascano
luis.m.lascano@gmail.com
luis.m.lascano@gmail.com
[1]
Jacques Lacan, “Homenaje a Marguerite Duras, por el arrobamiento de Lol V.
Stein” en Los Otros escritos; Paidos 2012
y quién más puede decir la realidad, sino aquellos que hacen de su escritura una forma de ex-sistir, de poder ser (ser hablante, ser dicho).
ResponderEliminarUnas buenas palabras que descubren el velo al decir.
gracias por compartir.